Qué hacer ante un esguince de tobillo en alta montaña

El alpinismo, aunque una actividad increíblemente recompensante, presenta inherentemente riesgos, y las lesiones son una de las principales preocupaciones. Un esguince de tobillo en la montaña no solo implica dolor, sino que puede convertirse rápidamente en una situación crítica debido a la dificultad de acceso y las condiciones adversas. Por ello, conocer los principios básicos de primeros auxilios es fundamental para garantizar la seguridad propia y de los compañeros de expedición.
La prioridad absoluta ante un esguince, especialmente en un entorno alpino remoto, es la inmovilización y la prevención de una mayor complicación. Retrasar o realizar una intervención inadecuada puede escalar el problema, dificultando la auto-rescate o la asistencia externa. Este artículo busca proporcionar una guía práctica sobre cómo abordar esta lesión en condiciones de alta montaña.
Evaluación Inicial
La primera etapa es una evaluación rápida y metódica. Comienza por asegurar que la persona lesionada está a salvo, fuera de peligro de caídas o exposición a los elementos. Habla con la víctima para entender el mecanismo de la lesión: ¿cómo ocurrió el esguince? ¿Siente dolor intenso? ¿Puede mover el tobillo?
Observa la inflamación y la deformidad del tobillo. Una inflamación rápida y significativa, acompañada de incapacidad para soportar peso, sugiere un esguince de grado medio o alto. Palpa suavemente alrededor del tobillo para identificar el punto exacto de mayor dolor.
Finalmente, verifica la circulación sanguínea. Comprueba si el pie está caliente y si puedes sentir el pulso pedio dorsal. La ausencia de pulso podría indicar una lesión vascular que requiere atención médica urgente, aunque en un entorno remoto, esto complica enormemente las opciones.
Inmovilización
La inmovilización es crucial para prevenir más daño y aliviar el dolor. Utiliza un vendaje compresivo, como una venda elástica, envolviendo el tobillo desde la base de los dedos hasta la parte inferior de la pierna. Asegúrate de no apretar demasiado, ya que podrías cortar la circulación.
Para una mejor inmovilización, es ideal usar un inmovilizador de tobillo, si lo tienes en tu kit de primeros auxilios. Este proporciona un soporte más firme y limita los movimientos que puedan agravar la lesión. Si no dispones de uno específico, puedes improvisar con materiales como una almohadilla, ropa o ramas acolchadas.
Una vez inmovilizado, eleva el tobillo lesionado por encima del nivel del corazón para ayudar a reducir la inflamación. Utiliza una mochila, una roca o cualquier superficie adecuada para lograr la elevación. Es importante que la víctima permanezca lo más quieta posible.
Manejo del Dolor y la Inflamación

El dolor es un síntoma principal y debe gestionarse lo mejor posible. En un entorno alpino, las opciones son limitadas, pero puedes aplicar compresas frías (si tienes) durante 20 minutos cada 2-3 horas. Si no tienes compresas frías, puedes utilizar nieve limpia envuelta en un paño.
La inflamación contribuye significativamente al dolor y a la limitación de la movilidad. El vendaje compresivo, la elevación y la aplicación de frío son las principales estrategias para controlarla. Evita cualquier actividad que pueda aumentar la inflamación o el dolor.
Evalúa la necesidad de analgésicos si la víctima los tiene en su kit personal. Recuerda que la automedicación debe ser con prudencia y siguiendo las indicaciones del envase. Considera que algunos analgésicos pueden enmascarar el dolor, dificultando la evaluación de la lesión.
Consideraciones para el Rescate
La evaluación de la capacidad de auto-rescate es crucial. ¿Puede la víctima caminar con apoyo, aunque sea lentamente? ¿Cuál es la distancia al punto de evacuación más cercano? Si el esguince es grave y el auto-rescate no es viable, se debe solicitar ayuda externa.
Comunícate con los servicios de rescate lo antes posible, proporcionando información precisa sobre la ubicación exacta, la naturaleza de la lesión, el estado de la víctima y las condiciones meteorológicas. Utiliza un teléfono satelital, un dispositivo de comunicación de emergencia o un walkie-talkie, si tienes acceso a ellos.
Prepárate para un posible rescate prolongado. Asegura un refugio adecuado, mantén a la víctima caliente, hidratada y tranquila. Vigila continuamente la circulación en el pie lesionado y estate atento a cualquier cambio en su condición.
Conclusión
Un esguince de tobillo en alta montaña representa un desafío importante, pero con la preparación adecuada y el conocimiento de los principios básicos de primeros auxilios, se puede minimizar el impacto y aumentar las posibilidades de un resultado positivo. La prevención, a través del buen calzado, el entrenamiento adecuado y la atención a las condiciones del terreno, sigue siendo la mejor estrategia.
Recuerda que este artículo proporciona una guía general. La formación en primeros auxilios específicos para alpinismo es esencial para adquirir las habilidades y la confianza necesarias para afrontar situaciones de emergencia en la montaña. Nunca dudes en buscar atención médica profesional tan pronto como sea posible.
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