Qué primeros auxilios aplicar a una víctima de avalancha

Las avalanchas son uno de los peligros más serios a los que se enfrentan los alpinistas, esquiadores fuera de pista y excursionistas en zonas de montaña. La rápida y eficiente aplicación de primeros auxilios puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para la víctima. Este artículo detalla los pasos cruciales a seguir tras una avalancha, centrándose en la cadena de supervivencia y las acciones prioritarias que cualquier miembro del grupo debe conocer.
La prevención es, por supuesto, la mejor estrategia. Esto incluye la evaluación constante del riesgo de avalanchas, la planificación de la ruta teniendo en cuenta las condiciones de la nieve y el uso del equipo de seguridad adecuado (detector ARVA, pala y sonda). Sin embargo, incluso con las mejores precauciones, las avalanchas pueden ocurrir, por lo que estar preparado para actuar rápidamente es fundamental. La capacidad de responder con eficacia requiere formación y práctica.
Localización y Extracción Rápida
La velocidad es vital. La principal causa de muerte en avalanchas no es el trauma por impacto, sino la asfixia por la nieve. Una vez confirmada la avalancha y se ha determinado la zona de donde desapareció la víctima, el primer paso es activar el protocolo de emergencia, notificando a los servicios de rescate. No obstante, el rescate inicial corre a cargo del equipo presente.
El primer miembro del equipo debe poner su propio detector ARVA en modo de búsqueda y comenzar a rastrear la señal de la víctima. Es crucial seguir las indicaciones del propio detector, moviéndose sistemáticamente en patrones de búsqueda que cubran la zona afectada. El ARVA permite localizar la víctima enterrada bajo la nieve, pero solo es el primer paso.
Una vez localizada la señal, la sonda se utiliza para determinar la profundidad y la posición exacta de la víctima. La sonda permite una localización precisa sin riesgo de holgar la nieve alrededor de la víctima, lo que podría agravar la situación. Marcando claramente el punto de impacto de la sonda, se prepara la excavación.
Excavación Eficaz
La excavación debe ser rápida y metódica. Empezar a excavar desde la parte más cercana a la señal del ARVA, descendiendo en forma de embudo, garantizando que se evita cualquier colapso de la nieve circundante. Es importante recordar que la víctima está probablemente en posición fetal, para intentar crear una bolsa de aire.
El protocolo de excavación recomienda un enfoque en equipo, con personas rotando para evitar la fatiga. Una persona excava, otra controla el ARVA, otra busca posibles obstáculos y otra monitorea a la víctima una vez liberada (si es posible). La colaboración es esencial para maximizar la eficiencia.
Es fundamental no excavar directamente hacia la víctima, ya que esto podría comprimir aún más el espacio vital y dificultar la respiración. Trabaja siempre lateralmente, creando un túnel que permita acceder a la víctima con seguridad. Una vez la víctima está lo suficientemente expuesta, se debe desbloquear rápidamente la cabeza y el pecho.
Evaluación Primaria
La evaluación inmediata de las funciones vitales es prioritaria. Una vez liberada la víctima, verifica la conciencia, la respiración y la circulación (pulso). Si la víctima está inconsciente, comprueba si hay obstrucciones en la vía aérea y abre la vía respiratoria utilizando la maniobra frente-mentón.
Si la víctima no respira, inicia la reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente. La RCP debe continuar hasta que llegue la ayuda profesional o la víctima recupere la respiración espontánea. En entornos de montaña, la RCP puede ser particularmente agotadora, por lo que la rotación de los equipos es esencial.
Evalúa también la presencia de traumatismos, buscando fracturas, heridas y hemorragias. Inmoviliza las fracturas y controla las hemorragias aplicando presión directa sobre la herida. Si tienes los conocimientos necesarios, evalúa la posibilidad de lesiones internas.
Hipotermia y Otros Peligros

La hipotermia es una amenaza constante en avalanchas, ya que la nieve húmeda y el frío extremo reducen rápidamente la temperatura corporal. Tras la extracción, aísla a la víctima del frío cubriéndola con mantas, ropa seca y protegiéndola del viento.
Independientemente de si la víctima parece consciente o no, presta atención a posibles lesiones espinales. Inmoviliza el cuello y la columna vertebral para evitar agravar las lesiones. No muevas a la víctima a menos que sea absolutamente necesario para evitar un peligro mayor.
Además de la hipotermia, considera la posibilidad de embolias pulmonares debido al esfuerzo físico intenso y la exposición al frío. Observa si la víctima presenta dificultad para respirar, dolor en el pecho o tos con sangre. Estos síntomas pueden indicar una embolia pulmonar y requieren atención médica urgente.
Traslado y Comunicación
El traslado de la víctima a un lugar seguro y accesible para los servicios de rescate es crucial. Si es posible, utiliza un helicóptero para un traslado rápido y seguro. Si no es posible, prepara una camilla improvisada y transporta a la víctima con cuidado.
Mantén una comunicación constante con los servicios de rescate, proporcionándoles información precisa sobre el estado de la víctima, las lesiones y las condiciones del terreno. Asegúrate de que los servicios de rescate tengan fácil acceso a la ubicación de la víctima.
Es fundamental proporcionar a la víctima apoyo emocional y psicológico. Las avalanchas pueden ser experiencias traumáticas, y la víctima puede necesitar consuelo y tranquilidad. Habla con la víctima, explícale lo que está sucediendo y asegúrale que la ayuda está en camino.
Conclusión
Actuar rápidamente y con conocimiento en las primeras fases tras una avalancha es fundamental para aumentar las posibilidades de supervivencia de la víctima. La formación en primeros auxilios específicos para avalanchas, junto con la práctica regular, puede marcar la diferencia entre un rescate exitoso y una tragedia. Recuerda que cada segundo cuenta.
La responsabilidad recae en cada miembro del equipo de montaña de estar preparado para enfrentar una emergencia. Invierte en el equipo de seguridad adecuado (ARVA, pala, sonda), aprende a usarlo correctamente y practica regularmente. La seguridad en la montaña es un compromiso colectivo.
Deja una respuesta